Como pueden cambiar las cosas de un día para otro, lo último que le había escrito hablaba del amor, del dolor, pero de la necesidad de una partida. Todo expresado por la voz del corazón. Hoy todo es diferente, hoy todo es gris, hoy todo ha quedado en el olvido y en un rincón del alma que por primera vez en la vida siente el dolor del orgullo, ese sentirse miserable, e indeseado.
No encuentra razones, quizá nunca debió buscarlas, era un riesgo y ella no estaba para asumirlo. No más excusas, no más interrogantes, no más esperas… se acabó el año y con él se entierran todos los malos recuerdos. No quiere ninguna explicación, no quiere más mentiras, NO LO QUIERE MAS A ÉL.
Algo le queda, una lección que aprendió a las patadas pero que la estrelló con la realidad. Hoy no sabe que le espera, por ahora la ilusión de hacer realidad su sueño, pensando en ella y por ella, cerrar el año con nuevas metas, y la seguridad de que ha logrado equilibrar su razón y su corazón.
