Todo sucedió en un día que parecía estar bastante gris, su cielo solo inspiraba desazón, el ruido de unas gotas de lluvia que lentamente se iban acercando la hacían sentir más ese no seque. Solo tenía ante sus oídos una soledad y un ruido que no sabría calificar si era exquisito, o tal vez lo mas tedioso que jamás había escuchado.
Aquellas gotas la llevaron a recordar un par de gotas derramadas unas horas antes, por la llegada de un anuncio que no se esperaba, un anuncio en donde le hablaba un corazón, no una persona, un corazón que debía partir en minutos hacia la inmensidad del cielo y que lo transportaría a un lugar in imaginado, llegaría a la ciudad Luz y del amor; iluminaba por su grandeza y después zarparía de golpe en la jungla, repleta de seres quizá extraños, o quizá iguales pero que le mostrarían otra cultura, otra forma de ver la vida, otras costumbres…
Por otro lado, mientras él recorría aquel espacio de la tierra, a ella solo le restaba esperar… esperar a que esas gotas cesaran, a que el día se iluminara, como seguramente estaría iluminada la ciudad Luz y a que los días pasaran, solo con la esperanza de volver a unir sus corazones, sus cuerpos, sus almas que aunque permaneciendo distanciadas, no se podrían despegar, por el simple hecho de que conformaban una sola…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario